Quitar las pantallas de nuestros días es prácticamente imposible pero, si buscas una forma de liberar tu mente de tantos estímulos, puedes implementar una desintoxicación digital este 2025.
Probablemente necesites de estos dispositivos para realizar todo tipo de tareas simples y complejas en tu trabajo o en casa, pero esto no tiene por qué impedir mejorar tu estabilidad emocional y física. Puedes reducir tu tiempo en pantalla con ciertas medidas, te contamos más al respecto.
¿Por qué intentar hacer una desintoxicación digital?
Aunque el uso de pantallas puede ser recreativo y utilizarlas con medida no tiene grandes afectaciones a nuestra salud, sabemos que nadie toma su celular solamente por cinco minutos. En realidad los dispositivos digitales nos crean una dependencia a ellos, gracias a la constante estimulación que nos brindan.
Esta adicción se puede generar ya que, al usar pantallas, se libera la hormona responsable de reforzar hábitos (dopamina) y proporcionar placer y relajación. La dopamina activa el sistema de recompensa del cerebro, que responde a estímulos que le producen goce.
De esta forma se crea un ciclo vicioso en el que nuestro cerebro quiere más de esta hormona, así que dejar los celulares de lado se vuelve más complicado, esto explica Nicklaus Children’s Hospital.
Por otro lado, el sueño también se puede ver afectado por dichos estímulos, generando complicaciones causadas por el estrés. Además, las redes sociales pueden incrementar la ansiedad y depresión, por razones como la constante exposición a contenido que provoca comparaciones con nuestras vidas y logros.
¿Cómo hacer una desintoxicación digital?
Las pantallas ya son parte de nuestra vida, ya sea en el trabajo, en casa o en la escuela, así que desconectarse de ellas al 100% es simplemente una meta imposible. No obstante, si podemos encontrar formas para disminuir el tiempo que pasamos pegadas a ellas.
1. Establece un momento para desconectarte
Eliminar un hábito no ocurre de la noche a la mañana, establecer un horario específico en el que no utilices ningún dispositivo digital te ayudará a replantearte qué tan difícil es alejarte de las pantallas.
Adam Alter, profesor de la Universidad de Nueva York (NYU), aconseja designar un momento específico de nuestro día para liberarnos de la tecnología en cualquiera de sus presentaciones. Además asegura que, pasada una semana, “la mayoría de la gente se siente feliz con ese cambio y deciden ampliarlo”.
Por ejemplo, puedes establecer una hora en la que apagarás tu celular hasta el siguiente día. Comienza activando el modo “no molestar” y eventualmente decidir apagar tu celular en las noches para sentirte en paz al momento de irte a dormir.
2. Elimina distracciones de tus dispositivos
Elimina aplicaciones que te hacen perder tiempo, como los juegos. Como medida extrema, podrías eliminar las apps de entretenimiento para tener un celular a la “antigüita” que te sirva para mensajes y llamadas.
Si quieres ser menos drástica, puedes eliminar algunas apps y designar días en los que te permitas usar las otras, como redes sociales y apps de streaming.
3. Desactiva tus notificaciones
La plataforma Health asegura que las constantes actualizaciones sobre conversaciones o sucesos del mundo que recibimos nos mantienen distraídas. Sabemos que no todas podemos desconectarnos completamente de las pantallas, pero intenta desactivar la mayor cantidad de notificaciones que puedas; comienza, por ejemplo, con las notificaciones sobre actualizaciones de contenido en redes sociales o de recomendaciones.
4. Activa la escala de grises
Este ajuste lo podrás encontrar en la “configuración” de tu celular, si no lo encuentras, siempre puedes recurrir a navegadores web para encontrarlo. La idea es que al ver una pantalla un poquito más “aburrida”, tu cerebro entienda que pasar horas pegada a dispositivos ya no es tan atractivo y tu celular perderá magia.
5. Dile adiós a tu celular durante comidas
Como mencionamos anteriormente, los estímulos crean una dependencia a obtener placer en todo momento. Las comidas deberían ser un momento sagrado para disfrutar los alimentos del día y ayudarnos a estar más presentes.
Un estudio realizado por Environment and Behavior en 2014 mostró que, incluso cuando no checamos nuestro celular, tenerlo en la mesa reduce la calidad de una conversación o interacciones sociales. Esto sucede porque estamos alerta esperando encontrar una notificación en cualquier instante.
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